Cualquiera que se lo proponga puede aprender una segunda lengua, pero el hecho de enseñar esa segunda lengua que una vez se aprendió es lo verdaderamente complicado. Un profesor de español bien sea que se haya sometido a un plan de estudio intenso o que tenga esa lengua como materna, se enfrentará a distintos problemas y dificultades dependiendo del ámbito en el que se desenvuelva, y como nosotros no somos parte del profesorado sino más bien del alumnado vamos a dedicarle unos minutos a esta lectura para comprender a todos los profesores de español de una mejor manera.
Normalmente un profesor de español tiene que entrar en otra personalidad cuando enseña este idioma, y no solamente le sucede a él sino a todos los que enseñan: desde matemática, biología, música o cualquier otra rama de estudio. La voz, la postura, el contacto visual y el sentido de derecho son algunas de las cosas más influyentes en un profesor de español, de todo esto junto, dependerá que los alumnos aprendan o al menos que sientan interés por hacerlo. Ésta es la primera dificultad y si parece poco creíble, hay comenzar a observar.
Un profesor de español con pocos o muchos años de experiencia siempre tendrá que lidiar con el manejo del grupo sean niños, jóvenes o adultos. Para cada caso tendrá que emplear diversas estrategias y así alcanzar el objetivo de su trabajo: que las personas aprendan un segundo o tercer idioma, y esto, resulta mucho peor que tener actitud al momento de enseñar. Sin embargo con el paso de los años y el ejercicio de la enseñanza se puede llegar a un nivel donde esto ya no representa una dificultad.
Escapar de lo sistemático
Como venimos hablando de las dificultades que enfrenta un profesor de español es imposible dejar pasar por alto este elemento: si se tuviera que responder ¿cuál es el número de complejidad en un rango del 1 al 10 para escapar de lo sistemático? La respuesta sería 15. Es sumamente complicado para un profesor de español no recurrir a lo sistemático para enseñar el idioma. Por un lado, es cierto que las técnicas para enseñar han cambiado considerablemente estos últimos años, haciendo más énfasis que nunca en la práctica, pero por otro lado esto solo beneficia el desenvolvimiento oral ya que el escrito sería un fracaso totalmente.
Finalmente y no por esto menos importante, la renovación o el estudio continuo del idioma para ofrecer una mejor enseñanza es fundamentalmente una dificultad que exige tiempo, dinero y sacrificio. Dar conocimiento depende de recibir conocimiento, y son los profesores de español unos de los que más tienen que estar renovándose.
En Nueva Zelanda los profesores pasan por las mismas dificultades, solo que enseñando inglés a personas de muchos lugares del mundo, solo que la actividad se hace un poco más ligera porque este es un país fenomenal. Si te interesa aprender con algún curso o prepararte en otra área haz clic aquí.